DE COLORES
Esta semana fue el cumpleaños de las siguientes personas, quienes están en nuestras oraciones para que este nuevo año que el Señor les regaló esté lleno de bendiciones:
- 22/06_ VANINA BERGESSIO (1° JMGL)
- 24/06_ JUAN MAIDANA (2° JVGL) // ARIEL LEONARDO PAZ (3° JVGL)
- 27/06_ MARIANO BULACIO (1º JVGL)
- Por las jornadistas de la 4ta jornada de nuestra diócesis y por el equipo que llevará el mensaje de Cristo a ellas.
- Por la visita al movimiento de jornadas de la cruz de San Damian, Bendecida por el Papa Francisco.
- Por la llegada al mundo de Fabricio, sobrino de Yanina Montania (JMSJ), para que Dios cuide su salud y la de sus padres.
- Por el eterno descanso de la bisabuela de José Quiroga (2° JVGL) para que Dios la reciba en su reino y brille para ella la luz que no tiene fin.
Quienes tengan pedidos de oración, pueden compartirlos con nosotros a través de nuestra página de facebook, mandarnos un mail o por medio de la caja de comentarios que se encuentra debajo de esta publicación.
Lecturas del Domingo 13º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (1, 13-15; 2, 23-24):
Dios no ha hecho la muerte ni se complace en la perdición de los vivientes. Él ha creado todas las cosas para que subsistan; las criaturas del mundo son saludables, no hay en ellas ningún veneno mortal y la muerte no ejerce su dominio sobre la tierra. Porque la justicia es inmortal. Dios creó al hombre para que fuera incorruptible y lo hizo a imagen de su propia naturaleza, pero por la envidia del demonio entró la muerte en el mundo, y los que pertenecen a él tienen que padecerla.
Palabra de Dios
Palabra de Dios
Salmo Responsorial. Sal 29, 2. 4-6. 11-13
R/. Yo te glorifico, Señor, porque tú me libraste.
Yo te glorifico, Señor, porque tú me libraste
y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí.
Tú, Señor, me levantaste del abismo y me hiciste revivir,
cuando estaba entre los que bajan al sepulcro. R/.
Canten al Señor, sus fieles
den gracias a su santo nombre,
porque su enojo dura un instante,
y su bondad, toda la vida:
Si por la noche se derraman lágrimas,
por la mañana renace la alegría. R/.
Escucha, Señor, ten piedad de mí;
ven a ayudarme, Señor.
Tú convertiste mi lamento en júbilo.
¡Señor, Dios mío, te daré gracias eternamente! R/.
Segunda Lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto (2Cor 8, 7. 9. 13-15):
Hermanos: Ya que ustedes se distinguen en todo: En fe, en elocuencia, en ciencia, en toda clase de solicitud por los demás, y en el amor que nosotros les hemos comunicado, espero que también se distingan en generosidad. Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza. No se trata de que ustedes sufran necesidad para que otros vivan en la abundancia, sino de que haya igualdad. En el caso presente, la abundancia de ustedes suple la necesidad de ellos, para que un día la abundancia de ellos supla la necesidad de ustedes. Así habrá igualdad de acuerdo con lo que dice la Escritura: “El que había recogido mucho no tuvo de sobra, y el que había recogido poco no sufrió escasez”.
Palabra de Dios.
Evangelio
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (5, 21-43):
Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia: "Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se cure y viva". Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto (2Cor 8, 7. 9. 13-15):
Hermanos: Ya que ustedes se distinguen en todo: En fe, en elocuencia, en ciencia, en toda clase de solicitud por los demás, y en el amor que nosotros les hemos comunicado, espero que también se distingan en generosidad. Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza. No se trata de que ustedes sufran necesidad para que otros vivan en la abundancia, sino de que haya igualdad. En el caso presente, la abundancia de ustedes suple la necesidad de ellos, para que un día la abundancia de ellos supla la necesidad de ustedes. Así habrá igualdad de acuerdo con lo que dice la Escritura: “El que había recogido mucho no tuvo de sobra, y el que había recogido poco no sufrió escasez”.
Palabra de Dios.
Evangelio
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (5, 21-43):
Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia: "Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se cure y viva". Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados.
Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias. Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: "Con sólo tocar su manto quedaré curada". Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba curada de su mal. Jesús
se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio
vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: "¿Quién tocó mi manto?". Sus discípulos le dijeron: "¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?". Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. Entonces
la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había
ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad. Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad".
Todavía
estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de
la sinagoga y le dijeron: "Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir
molestando al Maestro?". Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que creas". Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago, fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: "¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme". Y
se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al
padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde
ella estaba. La tomó de la mano y le dijo: "Talitá kum", que significa: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate". En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que le dieran de comer.
Palabra del Señor.